No uso casi nada nuevo

Outfit: trench vintage segunda mano hecho a medida, jeans H&M, botines Gacel (producción local)

Analizando mi armario comprobé definitivamente que casi no uso nada nuevo, me atrevería a decir que alrededor del 80 por ciento es comprado en tiendas de ropa usada y/o heredado de amigas, de mi madre o de amigas de mi madre, es más, cada vez que viajo busco tiendas de segunda mano, cuando veo una tienda y entro y encuentro aquellos tesoros llenos de historia y casi hechos a mi medida, la adrenalina es lo máximo.

Confieso que al principio en mi adolescencia fue por moda, luego por necesidad en mis 20's ya que no tenia presupuesto para comprar ropa cara (tampoco me interesaba) y cada vez fui incorporando mas prendas a mi closet, pero ahora se suma otra razón: mi camino hacia la sostenibilidad.

Debido a que aún el mercado de productos, ropa y accesorios en general no han incorporado en sus diseños los criterios de minimizacion de impactos, es que debo recurrir y fortalecer esta práctica, tal y como dice mi amiga Zem Joaquin creadora de ecofablous refiriendose a los muebles como "el mobiliario mas verde es el que ya existe", bueno yo lo aplico a toda mi tecnósfera. Minimizo recursos, y cuido mi bolsillo.

Para complementar lo que trato de decir les dejo un video de TED de Jessi Arrington, una diseñadora de NY dueña de la tienda Workshop, en donde además de confesar que está obsesionada con la ropa, explica bastante bien el trasfondo y las razones de porque adquirir ropa usada vale la pena.

Les advierto que me identifico con el concepto y por el contenido y no asi con su colorido estilo!